Hablando conmigo misma (sí, hablo conmigo misma) sobre la confianza me hice una imagen de esta persona parada frente a un abismo con ganas de volar...
Con estos deseos inmensos de tirarse a ojos cerrados al vacio y extender sus 'alas' para flotar.
Sin embargo, el espíritu siempre vacila y titubea ante lo incierto. Espera señales para sentirse cómodo y confiado que saltar al vacio es su mejor opción.
Al darle esta cualidad de ave al acto de desprenderse de miedos y ataduras me hizo preguntarme lo siguiente:
¿Acaso los pajaros necesitan viento para volar?
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